La bruja de Portobello

La esencia de uno queda inscrita en los albores pragmáticos de aquellos que creyeron conocerte. No importa que tu naturaleza sea esquiva y taciturna, alegre cascabel o efímera quimera. Lo que prevalece es la opinión, merecida o no, de aquel que se cruzó en tu camino y elaboró su tesis especulativa conforme a sus principios. Cuando el viento sopla o resopla en contra o a favor las verdades del barquero, bien sea en boca de un amante despechado o embriagado de amor, en los labios envidiosos de rivales temerosos, en las lenguas viperinas de enemigos insidiosos o exultante de virtudes en idioma del amigo...  Las variaciones son tan antagónicas que uno bien pudiera ser bella y bestia, Jeckyll y Hyde... La verdad esconde siempre dos caras, la dualidad intrínseca del ser conforme a tus propias sugestiones y, por supuesto, convicciones. Erróneas o no, eso ya depende de la flexibilidad, rigidez e incluso frigidez de tu intelecto. 

Este es un espacio reservado a lo bueno, lo malo y lo regular. Opiniones creo yo que sinceras, según la inspiración que despierta mi  temperamento, de aquel que creyó conocer la difícil personalidad que encierra mi hermética presencia o ausencia. Alimentar la leyenda...



6 may. 2015
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Leerte es saberte, +Mabel Lemos, una se impregna de tus emociones, de tus vivencias, de tu dolor, de tu verdad, porque consigues expresarlos con una desnudez admirable.

La decepción a veces es un puñal directo al corazón, pero tu corazón está claro que es enorme y en él el amor y la ternura siempre, siempre ganan.

Un beso grande, guapa.
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Palabras de Mariví González en la entrada "Alma Mater"


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