Confieso que he vivido

La legítima herencia

 
 
Para bien o para mal, confieso que he vivido todos estos años de las rentas que heredé de la legítima herencia en vida de mis padres. Aquella que me correspondió en el reparto, yo no diría que equitativo; si bien el don de la equidad y la generosidad, no han sido los puntos fuertes en mi familia.
 
La existencia de uno consiste en ser el reflejo de las circunstancias, miedos, angustias y traumas de sus progenitores que sin quererlo, consciente o inconscientemente, depositan en cada uno de nosotros como una pesada carga que hunde los hombros antes, incluso, de formar nuestra osamenta.
 
De mi madre heredé el mutismo, la sumisión y el sufrimiento estoico. De mi padre heredé la responsabilidad excesiva en el trabajo, hasta el punto de olvidarme de mi misma, ignorando mi salud y mi poco apego a la vida. Así dicho resulta exagerado, también lo pensé yo, pero no son mis palabras. Son los argumentos clínicos de mi ginecóloga el día que me presenté en su consulta, una semana después de sufrir un aborto natural. Omito los detalles escabrosos del proceso, en extremo doloroso y sangriento... demasiado gore...
 
Me esperaban para una reunión urgente y allí me presenté. Apenas podía caminar producto del agudo dolor de mis entrañas. El rostro demudado en blanco mortecino y sin apenas mediar palabras. Una presencia corpórea sometida al misterio de la ausenciaAl día siguiente, tenía que salir de viaje inaplazable durante toda una semana
 
Se me inculcó que "todo" siempre ha sido más prioritario que yo. "Suerte de poder contarlo" fue la expresión de mi médico al explorarme. En lo de la suerte tal vez tenía razón, en cuanto a contarlo no. Me quedé muda. Esa pérdida me sumió en un profundo desgarro interno que hizo remover con fuerza mi conciencia y a pesar de tener ya 27 años, mi mente, mi alma y mi corazón viajaron en la máquina del tiempo y el espacio a la velocidad de la luz tenebrosa, y se trasladaron e instalaron en aquel pasado de mis 16 años en los que me sentí tan vacía, triste y desgraciada que ambos tiempos se fundieron y confundieron en uno solo.
 
Renunciar a la legítima, es un proceso difícil. Buscar tu propia identidad y hallarla, adherirte a ella y vivir un nuevo hoy; eso para mí, es la dicha.
 
 
 
 
 
 
 
 
 




Comentarios

  1. Un precioso alejandrino me picó la curiosidad...
    "Confieso que he vivido la legítima herencia."
    y a partir de ahí, vuelves a introducirme en tu historia sin paños calientes y me siento identificada contigo, por ese afán casi suicida de posponer lo de una por seguir atendiendo los problemas de otros. Hay una cierta prepotencia en ese pensar que somos prácticamente invulnerables, y eso que con una vez que te salga mal, vas jodida....

    Hay una búsqueda extrema de tu propio yo en tus relatos, un afán por reconocerte y asumirte, que me emociona profundamente, Mabelleine.
    Una vez dije en un poema que el viaje hacia adentro es tan largo que no se acaba nunca. En él estás y te acompaño.

    Abrazo.

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    1. Mabel ,sos tan clara escribiéndote¡ tan clara ! eso me hace estar "ahí" cuándo te leo,pero además es cómo si fueras quitándote un lastre bien grande en cada desangre,ya te lo he dicho me conmueven mucho tus relatos.Abrazo

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    2. Gracias por acompañarme, Morgana de Palacios, y por tus palabras.
      Es un viaje largo, lleno de curvas... voy provista de pastillas anti mareo, por si acaso.
      Un abrazo enorme.

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    3. Para mi es necesario ser clara, sobre todo, conmigo misma. Necesito entenderme y comprenderme, no puedo hacer uso de palabrería rebuscada y compleja, me alejaría completamente del fin que persigo.
      Un abrazo enorme, Rosario.

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  2. Desde que abrimos los ojos la vida nos concede un tiempo, un espacio y una familia, con todo lo que los tres infieren en nuestra persona y eso no se puede cambiar. Queda en nosotros hacer de ese combo una pócima para sobrevivir, aceptar lo que heredamos pero ir en contra de lo que no queremos ahí ni para nosotros ni para los que vendrán. La búsqueda de uno mismo no se acaba, todos los días hay algo adentro, nuevo para sorprendernos ... lo importante es descubrirse y saberse llevar uno mismo.
    Me gustó mucho amiga, cariños!

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    1. Tienes razón Silvana, la búsqueda no se acaba... Lo importante es descubrirse para evitar posibles errores con los que más queremos, luchar por dejarles una legítima herencia rica en valores que puedan hacer de sus vidas una vida plena o al menos, mostrarles el camino para que puedan llegar a sentirse felices.

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  3. Me das mucha envidia porque yo no me atrevo a abrir la caja de los truenos. Besos.

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    1. Yo he decidido abrirla y asumo las consecuencias de lo que ello conlleva. Si nos atenemos a la mitología, en el fondo de la caja se encuentra la esperanza, y a ella me aferro para encauzar mi vida.
      Un besazo, Maria del Mar.

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  5. El escrito es de una profundidad y una capacidad de descripción y entendimiento del (tu) pasado, excelente. Me conmovió la lectura y podría decir que en el mismo hay dos escritos que me resultaron diferentes. El de los primeros tres párrafos los leí y procesé de una manera diferente. La descripción que haces, Mabel, es excelente.
    Luego te animas a contar esa experiencia. Esa tragedia que te remonta a una herida anterior, a emociones dolorosas que ya habías vivido a los 16.
    Que llena de dicha seas, porque tus escritos desnudan a una mujer auténtica que sabe lo que escribe, reconoce su pasado y lo cuenta, esto es también una manera de transformar las heridas.
    Abrazo!

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    1. Gracias Ignacio, espero transformar esas heridas.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Y cuan dichosa es esa identidad que hoy te permite contarlo, y no solo eso, sino contarlo con la dignidad que otorga un alma empoderada y con fortaleza. Un alma llena de humanidad gratitud y perdón.
    Y por si eso no fuera suficiente, un alma que se expresa en bellas formas porque ahora está más despejada, más purificada y ha conseguido echar de ella algunas sombras.
    Un abrazo hermosa Mabel.
    Mis respetos.

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    1. Uuuuf Gonzalo, me vas a sonrojar. Estoy en el camino de intentar encontrarme.
      Gracias por tus palabras y por ese abrazo.
      Un beso.

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  7. Cuando te leo, Mabel, creo que estoy conociéndote un poco más, parece que nos relatas sucesos de tu vida que muy bien narras y que nos hace identificarnos contigo, rememorar sucesos similares, sentimientos, estados de ánimos. Tus escritos prueban que el escoger un narrador protagonista puede lograr todo eso y llegar a convencer al lector y acercarse a él. Sea cual fuera tu realidad, se nota tu el curso de tu aprendizaje, de reconocer quien has sido, quien y porque eres tú. Muy agradecida de compartir tu viaje. Abrazos cariñosos

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    1. Gracias Lumy.
      Me alegra que vayas conociéndome un poco más, para bien o para mal, esta soy yo. Si consigo que te identifiques y me acompañes en mi viaje interno, es un gran honor para mi.
      Un abrazo enorme.

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  8. Freud decía que la única manera de enterrar el pasado es recordándolo. El dolor solamente se supera atravesándolo...
    La narración como siempre excelente. Comparto criterio con Morgana.
    Comparto
    Un beso

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    1. Gracias Marybel. Ahí estoy... ya te diré, si Freud tenía razón o no.
      Un besazo.

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  9. Eso de olvidarse de una y priorizar a los otros y tomar todo con una responsabilidad asesina, me resulta conocido y es muy típico de mujeres que han tenido una experiencia familiar dura.
    Pero estás en un gran proceso, Mabel, el más importante de todos: tu propio reconocimiento, el de la limpieza a fondo, estás recorriendo el camino que sana las heridas que aún no cicatrizaron del todo y que de a poco se irán secando y sellando.
    Adelante con todo, linda, no dejes de escribir porque lo hacés con altura y llegás a las fibras más íntimas del que te lee.
    Un abrazo enorme.

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    1. Gracias por tus palabras, Mirella. Seguiré limpiando a fondo.
      Un abrazo enorme y besazo.

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  10. No creo que busquemos nuestra identidad, creo que más bien la descubrimos o ella nos encuentra a nosotros. Me ha gustado demasiado. Toda tu sinceridad en tus grandiosas letras.
    Un abrazo Mabel.

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    1. Gildardo, sea como sea... será bienvenida!! No es mi intención hacerle un quiebro, ni un contoneo a lo matrix para evitarla.
      Me honra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  11. Contundente, valiente, sincero y muy bien narrado.

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    1. Gracias Johann por tus palabras y por pasarte por aquí.
      Un saludo.

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