Hecatombe suicida


Al filo de lo imposible perdura la diatriba contra mi exasperada experiencia. Maldita emboscada de Dios y su misterio en pos de un mártir exhausto de inclemencias. Invoco tu nombre en brumas. El abandono apelmaza las ansías de savia. 

No seré yo quien sucumba al olvido. No seré yo quien desoiga el destino. Asceta, privada de fasto. Así como el Cátaro condenado a la hoguera, alzaré mi voz para darte gloria, resignada a esta hecatombe suicida.

Comentarios

  1. Parece que abriste el grifo y desapareció lo constipado.
    Me da gusto.
    Te abrazo fuerte.

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  2. Tengo que aprovechar los momentos breves de serenidad cerebral. Ejercitar la neurona antes de que se atrofie definitivamente. Aún quedan cosas que contar en este legado privado, compadre.
    Un fuerte abrazo.

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