Amar y odiar a partes desiguales
Nacida para amar y odiar a partes desiguales... en un mundo dispar que nada entiende de equidades.
No me detengas si huyo, si me alejo de ti envuelta en silencios. Déjame partir sin reclamos. Soy sorda e inmune al canto de los pájaros de barro, muda de quebrantos y ciega de osadías.
No le pidas la luna a un alma estrellada, fugaz y absorta estoy en la caída libre. No susurres al viento pruebas de amor eterno. No supliques imposibles.
Atestiguo mi idolatría con la renuncia. El miedo a hacerte daño es más fuerte que el temor a malvivir condenada. Incomprensibles sentimientos que no quiero explicarte en otras lenguas... Te elegí por la inconmensurable distancia, los ajenos idiomas que limitan la comprensión del bagaje adquirido y aún así permiten sabernos el uno al otro si cruzamos la mirada.
No traiciones la mágica amalgama de estas dos errantes ánimas. No transgredas el espacio de esta soledad insolente y despiadada que abraza mi coraza.
En verdad el mundo no sabe de equidades, ni de justicia. Sería bueno enseñar eso a nuestros hijos. Me ha dado gusto leerte.
ResponderEliminarTe abrazo muy fuerte.
De nada nos sirve enseñar ciertas cosas a nuestros hijos, la vida se aprende a fuerza de experiencias.
EliminarUn fuerte abrazo