Lluvia de verano



Cala en la euforia maltrecha del ayer. Aire enrarecido de un nostálgico sobrecalentamiento, atronador como el trueno, efímero como el rayo en horizontes tan lejanos como esquivos.

Ensimismada en el hoy, apuro los nimbos y beso la sécula de la intemperie. Absorta con la calma que invade la piel curtida de un largo viaje, sonrío.

Si, soy un tránsfuga de los malos sueños que envilecen la lealtad sobre sogas de sangre desangrada.




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