Fricciones
Ebria de linfa de santo, la lengua áspera por el regusto mefistofélico en la cadencia de tus versos. Subyugas y arremetes los dominios de Babel. Niveles máximos de ludibrio y oprobio procesando confusión, estupor y coma, punto y coma, y el punto seguido que precede al paro cardíaco conspiratorio de una muerte anunciada.
Odile y Odette, atenazan tus sienes, sin más bastión que el perdón, bajo el pendón de las fricciones.
¡Mabel is back in town!
ResponderEliminarGracias por volver.
Me has hecho sonreír, Luis. Gracias a ti, por estar.
EliminarTodo proceso de transformación requiere un recogimiento previo. He vuelto, no sé si para quedarme pero sí para permanecer en las mentes abiertas, exentas de juicios y prejuicios.
Feliz Año y fuerte abrazo.
https://youtu.be/hQo1HIcSVtg
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