Fricciones


Llegué a la lóbrega morada de tu incierto desatino, hecha de lluvia y hecha de lumbre. Sin instancia sellada y a larga distancia, así como deambulan los delirios de la aflicción.

Ebria de linfa de santo, la lengua áspera por el regusto mefistofélico en la cadencia de tus versos. Subyugas y arremetes los dominios de Babel. Niveles máximos de ludibrio y oprobio procesando confusión, estupor y coma, punto y coma, y el punto seguido que precede al paro cardíaco conspiratorio de una muerte anunciada.



Odile y Odette, atenazan tus sienes, sin más bastión que el perdón, bajo el pendón de las fricciones.






Comentarios

  1. ¡Mabel is back in town!
    Gracias por volver.

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    1. Me has hecho sonreír, Luis. Gracias a ti, por estar.
      Todo proceso de transformación requiere un recogimiento previo. He vuelto, no sé si para quedarme pero sí para permanecer en las mentes abiertas, exentas de juicios y prejuicios.
      Feliz Año y fuerte abrazo.

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